En la era digital, las nuevas tecnologías han transformado la forma en que vivimos, comunicamos y aprendemos. Aunque han abierto puertas para la inclusión y la igualdad, también han dado paso a nuevas formas de violencia de género que impactan negativamente a mujeres y personas de género diverso. La violencia de género digital es una realidad que no debemos ignorar; conocer sus características y abordarla es fundamental para construir una sociedad más justa e igualitaria.
¿Qué es la violencia de género digital?
La violencia de género digital comprende diversas formas de abuso que ocurren a través de dispositivos electrónicos, redes sociales, aplicaciones y plataformas digitales. Algunas manifestaciones comunes son:
- Ciberacoso: El uso de las redes sociales y otros espacios en línea para acosar, humillar o intimidar.
- Control y vigilancia: Monitoreo constante de los movimientos o actividades de la pareja o expareja mediante el uso de aplicaciones de geolocalización, hackeo de cuentas, entre otros.
- Sextorsión: Amenazar con compartir imágenes íntimas o privadas para manipular o humillar a la víctima.
- Discriminación algorítmica: Algunos algoritmos perpetúan prejuicios de género, afectando las oportunidades de mujeres y personas de género diverso en el ámbito laboral o en el acceso a ciertos contenidos.
¿Cómo afecta la brecha digital a las mujeres?
El acceso limitado a dispositivos, formación tecnológica y redes seguras es un factor que agudiza esta problemática. Las mujeres y personas de género diverso que tienen menor acceso a tecnologías digitales se encuentran en una situación de vulnerabilidad mayor. La falta de competencias digitales y el aislamiento derivado de esta brecha tecnológica hacen que sean menos conscientes de sus derechos y menos capaces de defenderse o acceder a apoyo en caso de ser víctimas de violencia de género digital.
¿Qué podemos hacer para combatir la violencia de género digital?
- Fomentar la educación digital con perspectiva de género: Es crucial ofrecer educación sobre el uso seguro y responsable de la tecnología desde edades tempranas. Incorporar temas de igualdad de género y ciberseguridad en la educación digital ayuda a sensibilizar y prevenir.
- Proteger y empoderar a las personas: Las plataformas tecnológicas deben mejorar sus políticas de protección y ofrecer herramientas efectivas para reportar abusos. La creación de aplicaciones y recursos digitales que faciliten la denuncia y el acceso a servicios de ayuda también es fundamental.
- Desarrollar redes de apoyo y recursos accesibles: Existen organizaciones y programas que brindan apoyo psicológico, jurídico y tecnológico a víctimas de violencia digital. Es esencial que las personas conozcan estos recursos y que sean fácilmente accesibles, especialmente en zonas con menor acceso a dispositivos o conectividad.
Oportunidades para avanzar hacia la igualdad
Las tecnologías también tienen el potencial de ser herramientas de transformación social. A través de campañas de sensibilización, talleres de empoderamiento digital y espacios en línea seguros, podemos fortalecer el acceso de todas las personas a recursos que promuevan su bienestar y sus derechos.
Reflexión final
Combatir la violencia de género en el ámbito digital requiere un enfoque integral que abarque educación, políticas públicas y un cambio en la cultura digital. Al reconocer los riesgos y trabajar en soluciones inclusivas, podemos construir un entorno digital más seguro y accesible para todas y todos.