recomendaciones para hacer las actividades más inclusivas en el trabajo comunitario

El proyecto “Juventud Enredada” nace para fortalecer la participación juvenil y revitalizar el tejido comunitario del barrio. Dentro del grupo encontramos jóvenes con perfiles muy diversos, incluyendo jóvenes inmigrantes que aportan una riqueza enorme al proyecto… pero que también pueden encontrar barreras específicas en su proceso de participación.
Reconocer estos elementos nos ayuda a construir espacios más seguros, accesibles y donde todas las voces tengan lugar.
🚧 Barreras que pueden encontrar los jóvenes inmigrantes
1. Dificultad con el idioma
Aunque muchos se comunican bien, expresarse en un entorno desconocido o en actividades grupales puede generar nervios o miedo a equivocarse.
2. Desconocimiento de cómo funcionan los proyectos comunitarios
No siempre tienen referencias previas sobre entidades, asociaciones o dinámicas participativas del barrio. Esto puede generar dudas sobre qué se espera de ellos.
3. Sentirse “diferentes” o fuera del grupo
Cuando no conocen a nadie o perciben diferencias culturales, a veces tienden a quedarse en segundo plano, especialmente en actividades grandes o intergeneracionales.
4. Brechas digitales y administrativas
A veces tienen dificultades con documentación, permisos familiares o acceso a plataformas digitales, lo cual puede limitar su participación en actividades planificadas.
🌟 Aportaciones valiosas que enriquecen “Juventud Enredada”
1. Mirada multicultural y experiencias diversas
Sus biografías aportan historias, mundos y perspectivas que amplían la sensibilidad del grupo.
2. Conexión con otras comunidades del barrio
Pueden actuar como puente entre culturas, facilitando el acercamiento de otros jóvenes y familias.
3. Resiliencia, creatividad y capacidad de adaptación
Muchos han vivido procesos migratorios complejos que fortalecen sus habilidades sociales, su empatía y su capacidad de afrontar retos.
4. Nuevas formas de participar y de crear
Sus referencias culturales influyen positivamente en actividades artísticas, debates, dinámicas grupales e iniciativas comunitarias.
Recomendaciones para que las actividades sean más inclusivas
✔️ 1. Usar un lenguaje claro y cercano
Evitar tecnicismos y ofrecer ejemplos prácticos facilita la comprensión y participación plena.
✔️ 2. Crear actividades que no dependan únicamente del idioma
Dinámicas visuales, juegos cooperativos, música, expresión corporal o arte ayudan a que todo el grupo se sienta cómodo.
✔️ 3. Acompañar sin señalar
Preguntar de forma natural si se ha entendido o si necesitan apoyo, sin colocarlos en el centro ni infantilizar.
✔️ 4. Mezclar grupos y roles de manera intencional
Evitar que se formen “grupitos” por origen o afinidad cultural, promoviendo siempre mezcla y cooperación.
✔️ 5. Valorar explícitamente su aportación
Un reconocimiento sincero de sus ideas y esfuerzos aumenta la confianza, la autoestima y el sentido de pertenencia.
✔️ 6. Crear un entorno cálido y seguro
La inclusión empieza en la bienvenida, en cómo se escucha y en cómo se validan las experiencias diversas.
✔️ 7. Flexibilidad y acompañamiento individualizado
Algunos necesitarán más tiempo, apoyo o explicaciones adicionales. Ajustar expectativas hace que todos puedan participar con éxito.
La participación de jóvenes inmigrantes no solo enriquece “Juventud Enredada”: lo hace más representativo del barrio, más fuerte y más cercano a la realidad comunitaria de Carabanchel.
Reconocer sus barreras y potenciar sus aportaciones es clave para construir un proyecto verdaderamente plural, inclusivo y transformador.
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